El término aromaterapia proviene del griego, de las palabras “aroma”, que significa fragancia u olor agradable y de “therapeia”, que significa curación.
La aromaterapia surge a partir de la civilización Egipcia en donde se decía que ellos conocían a la perfección las propiedades curativas de las plantas, quienes las ocupaban para los tratamientos de salud de su misma población, baños, para embalsamar y en ocasiones para ayudar a que sus familiares difuntos llegarán a la vida después de la muerte mediante los olores que desprendían ciertas plantas.
Sin embargo fue hasta el siglo XX cuando la palabra fue establecida para referirse al uso de aceites y esencias aromáticas, así como las plantas de uso medicinal para enfermedades física y psiquicas; estos tratamientos eran elaborados en las diferentes farmacias y tiendas de herbolaria en forma de pomadas e infusiones.