La terapia está basada en el empleo de aceites esenciales, es decir, son extraídos mediante técnicas muy precisas y cuidadosas las cuales garantizan su pureza y calidad.
La forma en que los Aceites Esenciales interaccionan con el cuerpo es por tres vías: la piel, por el olfato y por la boca.
Las más empleadas, sin embargo, son la piel (principalmente a través del masaje o la formulación de productos que se aplican sobre ella) y por el olfato (creando atmósferas fragantes, donde el buen olor impacta al Sistema Nervioso, desencadenando estados de bienestar más propicios para el equilibrio).