Nikola Tesla fue el inventor más grande que el mundo jamás haya visto. Su fértil cerebro produjo los diseños originales de todos los aparatos eléctricos hoy usados para transmitir energía para motores, generadores e iluminación.
También fue el primer precursor de la llamada wi-fi y la transmisión inalámbrica, las bombillas fluorescentes y luces de neón, sin mencionar que su trabajo fue la base para la tecnología de rayos X, el radar microscopio electrónico y los hornos de microondas y por su puesto los diseños para el generador de ozono.
Tesla Ozone
En 1896, Tesla patentó un generador por descarga de corona usando placas de metal cargadas para actuar en el medio ambiente. Formó Tesla Ozone Co. en 1900 y emprendió la producción de estas unidades.
La pregunta principal en la historia del uso de su generador de ozono nunca fue como utilizarlos o para que servían ya que se demostraron los beneficios enormes, sino cómo producir y administrar el ozono de forma económica y segura.
Su objetivo principal era crear un aparato simple, barato y eficaz para la producción de ozono, que luego vendió a los médicos para uso médico y terapia de ozono.
Sus clientes eran naturópatas y alópatas quienes dieron la bienvenida a sus prácticas a esta poderosa terapia. La respiración a través del generador de ozono y por vía de burbujas de aceite de oliva y otros aceites era muy practicada hasta ese momento.
Aunque las máquinas de Tesla se utilizaron principalmente para la creación de aceites ozonizados, para la curación natural y la terapia de ozono, la tecnología se basa en los mismos principios que el poder del generador de ozono que utilizamos a diario para la eliminación de moho y remoción de olores.
Al día de hoy, aún existen y se siguen usando el generador de ozono desarrollado en la década del 20, pero lo más sorprendente es que sigan trabajando como purificadores de aire 80 años después.